El Desván de las Letras

"Si el dedo mira al cielo, el tonto mira al dedo" (Pío Baroja) Definitivamente esta sociedad nos ha idiotizado, nos han cortado de raíz la capacidad de pensar, nos quieren hacer creer que la razón y la verdad es la que ellos proclaman, donde sus valores son la mentira, la hipocresía, el miedo, y la sinrazón, y lo grave de todo esto, es que estamos siendo partícipes de esta farsa, donde miramos para otro lado cuando sabemos que todo es mentira, que lo único que quieren es manejar los hilos de sus títeres, de este gran teatro llamado mundo. Ahora que estamos en época de carnaval quitémonos las caretas de la hipocresía y por lo menos pongámonos a pensar un poquito, si no estaremos condenados J.M.C.L.

En mi mente se agolpan los recuerdos del pasado, Recuerdos felices y también desdichados. Memoria eterna de pena y alegría, recuerdos de mi infancia, Mi familia, mis amigos, y lo que deje aparcado. Presente y pasado se agolpan en mi mente, como una lucha vana Lucha por olvidar lo malo, y reforzar la alegría de la vida. Hoy mi mente esta ocupada por dos luces que me guían, Las luces del destino, que ocuparon mi vida y mi alegría. Si pudiera volar y vivir esos recuerdos, no cambiaría nada, La vida me dio pena, y alegría, como todo ser humano. Recuerdos, instantes eternos que marcan tu existencia viva, Seguir esta senda, y luchar, para dar sentido, al amor y la alegría.

LA LUZ DEL CIELO "La finalidad del arte es elevar el ánimo y estimular el espíritu.” Las Catedrales, siempre fueron una meta para los hombres, señal de distinción de las ciudades, las más grandes, las más altas, una ofrenda a los cielos, pero también fueron arte en estado puro, desde el románico al gótico se pasó de la oscuridad y el recogimiento de los templos románicos, a la luz y la grandiosidad del gótico, un mundo apasionante donde se junta lo humano y lo divino, historia, leyendas, arte, un conjunto de elementos mezclados como la alquimia de lo divino, pero una catedral sin las vidrieras no alcanzaría la majestuosidad ni ese aura mágica que nos produce cuando las visitamos, confieso que me apasiona el mundo de las catedrales, con sus rincones recónditos donde cada piedra, cada losa nos cuenta una historia, las vidrieras verdaderos ventanales de la luz nos transportan a un mundo mágico de luz y sombras unidos por el hilo invisible de lo humano y lo divino, la luz y el vidrio ...